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Esta foto es de Google, no la hice yo, es para que veáis como era la "torre" |
Mucha gente que va a Oban es para coger el ferry hasta la Isla de Mull o a otras islas cercanas. Nosotros teníamos pensado coger el ferry a la Isla de Mull (donde dormíamos esa noche) desde Lochaline, porque era mucho más barato, tan solo 11libras por persona ida y vuelta. Lochaline está a unos 170km de Oban y la carretera iba rodeando lagos y pasaba por Fort William que también nos recomendaron visitar.
Ruta desde Oban a Lochaline |
El viaje hasta Lochaline, aunque largo, también fue bonito porque vas viendo un montón de cosas.
En el último tramo hasta llegar a Lochaline nuestro querido GPS (que se empeña siempre por llevarnos por las rutas más raras) nos sacó de la carretera principal y nos llevó por una carreterilla de costa que me atrevo a afirmar que es la peor de todo UK. En la guía de Escocia que trajo Gorka ponía que si tenías tiempo merecía pasar por la carretera de la costa, y la verdad es que el paisaje es bonito, aunque no estoy muy segura de lo que piensa el conductor al respecto... Hoy me arrepiento de no haberle sacado una foto y pienso "no puede ser que los de Google Maps hayan pasado por ahí..." Pero sí!
Aquí está la prueba de las horribles carreteras de las Highlands:
Eso que se ve a la derecha es el passing place, que normalmente va señalado con una señal en forma de rombo. |
Cuando por fin llegamos a Lochaline quedaba casi una hora para el siguiente ferry a Mull así que dejamos el coche en la cola y nos fuimos a comer al restaurante más cercano, que resultó ser un restaurante un poco de lujo, con un montón de premios de la guía Michelin. Ningún plato bajaba de las 15libras (unos 19 euros), pero tenían un menú del día más asequible. No os puedo decir los nombres de lo que comimos (si los nombres de los platos en los restaurantes de lujo ya son difíciles de por sí, imaginaos en inglés!), pero estaba todo riquísimo. Lo malo es que no lo pudimos disfrutar al 100% porque teníamos miedo de perder el ferry y comimos a toda prisa.
Después de unos 15-20min en el ferry llegamos a Fishnish, en la Isla de Mull. Lo primero que hicimos fue ir a Tobermory, la capital de la isla, donde a las 15:30 teníamos reservado un tour en barco que te daba una vuelta alrededor de la isla de Mull y otras islas cercanas. El tour visitaba una colonia de focas (en las isla de las Highlands hay muchas focas) y si tenías suerte podía ver hasta ballenas, orcas y otros tipos de mamíferos marinos que en verano pasan por esta zona de Escocia.
Llegamos al puerto y no vimos por ningún lado carteles de la empresa que organizaba el tour, que por cierto se llamaba Staffa tours (por la Isla de Staffa). Preguntamos a una persona del puerto con el papel de la reserva en mano y nos dijo que ese tour hacía semanas que no salía....así que efectivamente resultó hacer honor a su nombre, Staffa tours. En realidad no habíamos pagado nada para reservarlo, pero la decepción nos la llevamos igualmente, sobretodo porque me habían confirmado la reserva unos días antes...
Tobermory |
Después de dar una vueltecilla por Tobermory y comprar cosas para preparar la cena en el hostel, decidimos ir a Dervaig, el pueblo en el que dormíamos.
Encontrar alojamiento en la Isla de Mull fue difícil ya que casi no había hostels y los B&B (bed & breakfast) eran bastante caros). El hostel que reservamos era como el salón municipal del pueblo, que además tenía una una habitación con literas y dos habitaciones (una de 4 y otra de 6). Nos salió super barato, sólo 13 libras (16€) por persona.
Cuando llegamos entramos y no había nadie, pero extrañamente estaban todas las puertas abiertas. En lo que parecía la recepción estaba la llave de la habitación de 4 que habíamos reservado, pero entramos y las camas estaban sin hacer, al lado de las llaves había también una taza de café a medio terminar, lo que nos hizo pensar que la persona se tenía que haber marchado por algún tipo de emergencia. Era todo extrañísimo porque habían dejado todas las puertas abiertas y allí no había ni un alma. Estabamos sin cobertura pero por suerte había una cabina dentro y pudimos contactar llamando a unos números de teléfono que había en la puerta.
Por fín vino una señora del pueblo, pero que no era ella la encargada que llevaba el hostel. Nos enseño donde estaba nuestra habitación y los baños (aunque ya lo sabíamos todo porque nos recorrimos el hostel de arriba a abajo jaja). La dijimos que nos marchabamos a ver más cosas y ella nos prometió que a la vuelta ya estaría todo listo, que normalmente Emma (la que lleva el hostel) deja instrucciones y todo preparado.
Total que nos marchamos a ver la playa de Calgary que estaba cerquita y es de las más bonitas de la Isla de Mull.
Calgary beach |
Como veis el tiempo no nos acompañó nada de nada, hacía frío, lluvia y niebla. Después de dar un paseo por la playa acabamos calados y al final votamos que era mejor volver al hostel. Una pena porque dicen que la Isla de Mull es preciosa, pero con ese tiempo no se puede disfrutar de nada... Desde luego los escoceses tienen mala suerte porque tienen una playas preciosas de arena blanca y fina...y probablemente ni un día al año para disfrutarlas!
Total que volvemos al hostel y todo sigue exactamente igual que antes, todo abierto, las camas sin hacer y ni rastro de gente... Decidimos marcharnos al bar del pueblo a tomar unas pintas a ver si después de un rato cambiaba la cosa.
Era el típico bar de pueblo pequeño, cuando abrimos la puerta todos nos miraron y parece ese típico momento de película en el que hasta la música se apaga y todos se vuelven a mirarte. Nos sentamos una mesa y nos pedimos unas pintas, después más pintas (Gorka siempre x2) y pedimos también unos típicos haggis escoceses que estaban riquísimos. Monje se hizo amigo del borracho del pueblo (q supuestamente se llamaba Okey, OK para los amigos). El personajillo tenía hasta su propio licor en una botella con su cara y nos invitó a unos chupitos (un poco fuerte pero rico).
Después de pasar un buen rato en el pub y muchas risas volvimos a nuestro hostel abandonado. Justo cuando salíamos del bar vimos un coche que se dirigía a toda velocidad hacia allí.
Cuando llegamos por fin había luz dentro (y el coche aquel aparcado en al puerta). Cuando entramos por fin conocimos a Emma, sospechosa de haber estado bebiendo en el bar al lado nuestro y digamos que no estaba en su mejor estado para enseñar el hostel a nadie jajaja. Su excusa fue que nos tenía apuntados para el día siguiente en vez de para este...
Emma nos enseñó nuestra habitación (al final nos dió la de 6) mientras se agarraba al marco de la puerta para no caerse. Nos dijo que estábamos solo nosotros esa noche, que a la mañana siguiente siguiésemos las instrucciones que había en la recepción y que nos podíamos marchar.
Nuestra teoría es que Emma se marchó a emborracharse al bar, después arregló nuestra habitación, se volvió al bar a seguir bebiendo y cuando ya vió que nos ibamos a marchar nos adelantó para llegar ella antes y recibirnos jajaja.
Así que tuvimos todo el edificio para nosotros solos: cocina, baños, salón y pista de badmiton!
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De cenar: ricos macarrones con chorizo |
Como podeis ver hicimos pleno uso de las instalaciones: pin pon, hulahoop |
Después unos partiditos de badminton! |
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